leyendo, viendo y escuchando en las redes sociales un patrón de palabras clave que se usa en guerra psicológica y que en este caso se limita a repetir y a propagar sobre el «hambre que está pasando el pueblo cubano».

Todos los nacidos en Cuba -que residen tanto en nuestro país como en el extranjero- están desempeñando el triste y repugnante papel de vendepatrias y de colaboradores a sueldo (o no) de los servicios y agencias de información de los Estados Unidos de América como la USICA (USIA), la CIA y otras.

Estos nacidos en Cuba tienen la misión exclusiva de propagar las mismas informaciones en todas las redes sociales para crear estados de opinión en el sentido de que en Cuba el pueblo está pasando una hambruna como nunca antes había sucedido.

¿De dónde sacan que el pueblo cubano se está muriendo de hambre?

Yo acabo de regresar de Cuba hace 3 días y he pasado seis meses visitando seis provincias al detalle, pueblo por pueblo, por montañas y llanos y bateyes, y no he visto a nadie pasando hambre.

En estos 6 meses consecutivos vividos en Cuba a pie de calle he visto demasiadas dificultades para comprar las cosas por culpa del desabastecimiento de las tiendas; pero en los campos hay yuca, tomate, lechuga, mango, ciruela china, guayaba, tamarindo, cerdo, pollo, pescado, postres de todo tipo como flanes, mermelada de guayaba, pudines de pan y otras exquisiteces caseras hechas con la receta de las abuelas bayamesas, santiagueras, holguineras, tuneras, guantanameras, baracoesas y habaneras.

Este desabastecimiento ha sido responsabilidad de las cadenas que tienen la obligación de mantener abastecido al pueblo, como las Tiendas Panamericanas de Corporacion CIMEX, las tiendas TRD y en menor medida, las tiendas de la cadena Caracol del Ministerio de Turismo.

Pude incluso también constatar medidas absurdas y extremistas de la Policía de interceptar camiones llenos de comida por sospechas de que estaban contrabandeando y cuestiones así que están muy generalizadas en nuestro país.

Durante los días finales de 2020 y los cinco primeros meses de 2021 reporté en directo desde estas seis provincias cubanas sobre el desastroso arranque del llamado «reordenamiento económico » y dije que estaba siendo un tamaño desastre que estaba generando un disgusto generalizado en la poblacion.

Claro que jamás oculté en mis andanzas por las calles, caminos y trillos de Cuba lo que estaba sucediendo; sin embargo también lo digo hoy y lo repito mil veces que hambre yo no he visto pasar a nadie en Cuba en estos 6 meses de andar a pie de calle.

En estos 180 dias seguidos en las provincias de Santiago de Cuba , Guantánamo, Holguin, Granma, Las Tunas y La Habana yo he visto gente que solamente están haciendo una comida al día; pero no porque no haya comida sino porque ellos no teniam dinero para comprar.

A este colectivo vulnerable de ancianos, jubilados, personas de poco recursos, sin familias ya ni en Cuba ni en el extranjero, les he visto hacer una sola comida al día como también he comprobado que les van a llevar comida y les ayudan los trabajadores sociales de los ayuntamientos, los jóvenes del voluntariado y los propios vecinos.

En el avión que yo iba el 10 de noviembre de 2020 procedente de Madrid vuelo CU471 de Cubana Aviación en la fila detrás de la mía iba una pasajera cubana hablando con una persona que creo era italiana, hablándole del hambre que había en Santiago de Cuba.

Esta santiaguera describía a esa italiana la desnutrición que había en Santiago de Cuba y que en esa ciudad no se podía encontrar ni un pedazo de pan que comer.

Le decía que por lo tanto ella venía cargada de comida para su familia.

Lo primero que hice cuando terminé el confinamiento de los 10 días fue lanzarme a caminar a pie por las calles de Santiago de Cuba para comprobar aquella hambre que había pues hasta yo me preocupé.

Y resulta que al primer lugar que entro es al Círculo o Club Social de Vista Alegre y aquello que me encontré fue espantoso: una piscina impecablemente limpia, rodeada de decenas y decenas de personas y de familias completas comiendo langostas y camarones, cerdo, pollo asado, arroz, pizza…

Luego vi en un bar con aire acondicionado bebiendo rones, cervezas y whisky.

Todo eso me llamó mucho la atención y de manera muy discreta me acerqué a los guardias de seguridad y les pregunté que si esa gente que estaban ahí eran hijos de papá y mamá, porque me había sorprendido tanta comida y tanta pulcritud en ese círculo que había sido mi escuela de niño.

Me dijo que me fuera otro lugar más y de ahí empecé a zapatearme a Santiago de Cuba y resulta que dondequiera que yo iba había de todo

Claro, el problema era tener dinero para pagarse ese todo; pero es lo mismo que sucede Madrid, en Nueva York, en Londres o en el Polo Norte: si no tienes dinero no comes… o mal comes…

Por tanto sugiero a todos los cubanos que viven en mi país que cuando puedan suban por lo menos toda la comida que hay en los restaurantes de Bayamo, Ciudad Monumento Nacional de Cuba , de Santiago de Cuba, de Las Tunas, de Holguín, de Guantánamo, de Baracoa.

Si veo que no lo suben, empezaré yo a buscar todos los restaurantes que yo he publicado en estos seis meses para que los vean.

Se trata de exquisitas comidas preparadas por particulares en sus paladares, restaurantes y negocios de todo tipo, donde se puede comer de todo: langostas y camarones, ostiones pizzas, fricasé de cerdo, ropa vieja, refrescos, jugos naturales de todos tipos y de todas las frutas habidas y por haber en la región

Incluso hasta maracuyá importado, que ya se siembra en las montañas de la Sierra Maestra.

En La Habana igualmente vi comida donde quiera; aunque no se está sirviendo comida sentándose en los lugares pues te la tienes que llevar. Y hay de todo también.

¿Que es lo que hay que tener? Pues dinero, pero hay colas para llevarse de todo.

Hay quienes se llevan lo que pueden y los que tienen más dinero cargan con todo. Así es esto en Cuba y en el extranjero: los que más dinero tienen más compran.

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