¿Dónde está la propuesta paradigmática revolucionaria de nuestro sistema educacional cubano para contrarrestar las intenciones aviesas del enemigo con el uso de las redes sociales? ¿Donde están las propuestas metodológicas con la instrumentación de ese cambio de paradigma en Cuba hacia el fomento de un ciudadano con pensamiento crítico que es, en todo caso, el único antídoto contra la manipulación mediática imperial? ¿Cómo es coherente nuestro modelo pedagógico cubano con el fomento de un ciudadano crítico y comprometido con la realidad que nos afecta más allá de lo virtual?

Desde los resultados de la Glásnost ya se sabe que el socialismo remanente continúa las prácticas estalinistas (fascistas) de manipulación. No esperen otra cosa.

En la acera de enfrente, para beneplácito de estos fascistas leninistas, las cosas han marchado así:

“a pesar de la propaganda con que se bombardea constantemente a la población, a pesar del sutil pero continuo lavado de cerebro a que es sometida la gente por medio de la televisión, Montag se hace preguntas y alberga en lo más íntimo de su ser terribles dudas sobre esa sociedad, aparentemente feliz, a la que sirve. Un día, durante un servicio, sin saber muy bien por qué, coge uno de los libros que debía destruir y lo oculta bajo sus ropas. Ese gesto marcará su vida para siempre. Porque desde el momento en que comience a leer, furtivamente, con miedo, pero cada vez con más ansia, Montag ya no volverá a ser el mismo.

Cuando Bradbury escribió esta novela, la caja tonta estaba en plena etapa de expansión. Aunque ya entonces se alzaron algunas voces advirtiendo de lo que podría ocurrir si el entretenimiento televisivo sustituía progresivamente a la lectura, nadie se tomó realmente en serio tales predicciones. Tal vez fuera eso lo que impulsó al autor, maestro indiscutible del género, a escribir este libro tan apasionante como oscuro.

Es un hecho comprobado que cada vez hay menos gente aficionada a la lectura. Lo más preocupante es que la inmensa mayoría de los jóvenes confiesen que nunca han leído un libro, y que probablemente, jamás lo leerán. Prefieren otras cosas, entre ellas, la televisión, Netflix, redes sociales que les ofrece un buen abanico de basura pensados para ellos para hacerles más dóciles y receptivos a la hora de consumir.

Al parecer la pesadilla de Ray Bradbury se hace realidad.

Por todo lo argumentado, y por muchas cosas más que, sin duda FAHRENHEIT 451 la novela de ciencia-ficción más importante que se haya escrito. Un relato que debería ser de obligada lectura y comentario en todos los colegios, una obra que tendría que figurar en todas las bibliotecas universitarias; un libro que todo docente escrupuloso haría bien en recomendar a sus alumnos… antes de que su argumento se convierta en realidad. Para lo cual, ciertamente, no falta mucho ya.”

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