Desde que el mundo existe, los medios de información todos, formales e informales, Acompañan las jugadas de sus dueños y resto de maestros titiriteros, y pueden hacer que te vacunes, quitan y ponen presidentes, entre otro cúmulo de sandeces.

“el gobierno de Viktor Orbán en Hungría y el de Aleksandar Vučić en Serbia, han consolidado la propiedad de los medios de comunicación en manos de sus compinches. En Hungría, casi el 80 por ciento de los medios son propiedad de aliados del gobierno. Esto asegura el apoyo de los medios al gobierno y la difamación de los opositores.

En los Estados Unidos es conocida la guerra del presidente Trump contra los medios. Pero consideremos a continuación una lista de pronunciamientos de otros líderes elegidos democráticamente, según Freedom House:

Recep Tayyip Erdoğan, presidente de Turquía: “Deberían conocer su lugar… mujeres militantes desvergonzadas disfrazadas de periodistas”.

Jacob Zuma, presidente de Sudáfrica: “He discutido con [los medios de comunicación] que ellos nunca fueron elegidos, nosotros fuimos elegidos y podemos afirmar que representamos al pueblo”.

Roberto Fico, primer ministro de Eslovaquia: “Algunos de ustedes [periodistas] son prostitutas sucias y antieslovacas”.

Jaroslaw Kaczyński, quien se desempeñó como primer ministro de Polonia, afirmó que el periódico más grande de Polonia estaba “en contra de la noción misma de la nación”.

Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, ha utilizado su página de Facebook para atacar a periodistas de investigación de alto perfil y ha sido acusado de pactar con los propietarios de los medios para recibir una cobertura favorable.

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duarte, ha proferido insultos y amenazas de muerte contra periodistas.

La anterior no es una lista de declaraciones de dictadores, sino de líderes elegidos democráticamente que piensan que los ciudadanos no son capaces de utilizar su razón para distinguir el periodismo bueno del malo.

Un principio esencial de la democracia es que cuando las personas discuten abiertamente entre sí, prevalecerán los mejores argumentos. Como John Milton alegó, debemos tener acceso ilimitado a las ideas de nuestros conciudadanos en “un encuentro libre y abierto”. Para seguir siendo viables, las democracias deben promover un mercado de ideas, asegurando que la libertad de prensa no se convierta en el paraíso perdido de las democracias.

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Libertad de prensa: ¿Paraíso perdido?