Los datos de países con una alta vacunación como Reino Unido o Israel muestran que, mientras el número de personas contagiadas aumenta de una manera casi exponencial, los ingresos en hospitales y UCIs y la mortandad se encuentran estancados. Obviamente, hay una diferencia clara (y muy positiva) frente a las anteriores olas. Y el avance de la vacunación es el responsable.
Para defender la incorporación de una tercera dosis de vacuna, las compañías farmacéuticas se amparan en los anticuerpos. Una de ellas ha indicado que la tercera dosis de su vacuna aumenta mucho los niveles de anticuerpos. Pues claro que sí, como lo harían la cuarta o la quinta. Los aumenta porque de eso se trata, de inducir la respuesta inmunitaria en cada dosis.
Pero la cuestión es si más anticuerpos serían efectivos para evitar el contagio. ¿Aportarían algo nuevo? Pues, como ya se indicó hace unos meses, no. Además, los estudios solo están mirando a anticuerpos neutralizantes y no a otro tipo de respuesta inmunitaria.
Los anticuerpos generados por las vacunas anti-covid-19 son anticuerpos que se liberan a la sangre, del tipo inmunoglobulina G (IgG). Pero el virus nos infecta por el aire por lo que, a no ser que tengamos anticuerpos de tipo IgA en las secreciones de nuestras gargantas, el virus podrá comenzar la infección.
Sin embargo, con las vacunas sí estamos protegidos frente a la enfermedad causada por el virus. Y eso es así porque inducen la producción de linfocitos T ayudantes (Th) y T citotóxicos (Tc) y sus correspondientes células memoria. Estas células se activan en cuanto llega el virus, bloquean su proliferación y acaban expulsándolo. Sufrimos, por tanto, una infección. Pero o no sufrimos la enfermedad que esta produce o la sufrimos de una manera leve.
Margarita del Val, viróloga e inmunóloga del CSIC, decía hace unos días en un seminario en el Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS) que todos nos vamos a contagiar tarde o temprano, pero lo importante es que te contagie ya vacunado. Así podrás enfrentarte a la infección pero protegido. Nada más que añadir.
Precisamente por eso, en EE. UU. la mayor mortandad se está produciendo en población no vacunada. No están protegidos frente a la enfermedad.
La cuencanita, que es un lince, se imagina que hoy le monté los cachos:
Ella:
Responde a mi pregunta. Mañana vamos a co* ? Si o no
Yo:
Si. Vamos a coger si logro que se me pare. Jajaja
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Zoila conoció al Che y habla maravillas de él. Yo leí su Diario en Motocicleta. Le escribí.
También al Che le parece muy gracioso hacerse el borracho para robar unas botellas de vino, simular que era el cumpleaños de su compañero de viaje para que los peruanos lo invitaran a comer y a tomar; y defecarse por una ventana de la pareja de alemanes que le dieron albergue arruinando las cerezas o fresas del jardín. A la esposa de un señor en una fiesta prácticamente le quiso dar una cañona mientras bailaban. Che era una jollita. Si un hijo mío me viene con la historia de que le echó garra a una prenda valiosa de una chica a la que no quiere para nada, chinchilla se llamaba aquella, se la tiene que devolver o se lleva una patada en las nalgas.
Saludos
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