Mi entretenimiento jugar a colocarlos en algún orden que les haga encontrar lugar, sentido.

Por supuesto que me hace pasar malos ratos, pierdo cosas que a veces prefiero reponer volviéndolas a comprar y termino teniendo luego docenas de objetos idénticos, metidos en docenas de lugares que me llevaría días enteros encontrar, y no tengo ese tiempo, tengo 4 empleos, una esposa, una hermana, una sobrina, un sobrino y dos hijos grandes, unos suegros, una madre y un padre, y tengo cien empleados que no me dejan respirar.

Y tiene cosas buenas. Puedo ver una misma película diez veces y nunca recuerdo las cosas que suceden, en que orden y adonde van a ir a parar, como termina todo. Por lo que siempre estoy repasando los mismos temas, las mismas películas, los mismo libros, las mismas personas, los mismos lugares y siempre cada uno de esos me parecen nuevos, diferentes, y siempre encuentro cosas y accidentes que nunca había visto antes en ninguno de ellos.

A veces tengo suerte y me dejo llevar por los que saben. Como ahora que unos sicólogos me han dicho que a Putin es importante llevarle la contraria, retarle, darle la vuelta para que haga lo que mejor conviene. En este caso de los últimos días, decir que estamos seguros de que ha dado la orden de atacar Ucrania, y como Putin es tan testarudo y detesta que alguien prediga su próximo paso, alardeando de que le tienen penetrado, a él al rey de los agentes de Inteligencia… pues quizá decida demostrarnos que estamos equivocados y le de atrás a su orden ¡Ataquen!

…así que yo mismo estoy hecho de muchos fragmentos, soy un poco Obama y un poco Delano, y un poco Reagan, me toca actuar muy bien, me toca ser un gran actor, y me toca convivir rodeado de parches indescifrables y pedir ayuda para llegar al final sin hacer mucho más daño del que pueda hacer lidiando con tantos rompecabezas a mis 80 años, en vez de estar viendo las mismas películas tranquilo, las mismas noticias, la misma gente, todo igual y distinto, pero más seguro, menos temerario que esto de estar “llevando” las riendas del país más poderoso de la historia en un momento crítico para hacer retroceder las fuerzas del verdadero mal.