“…para invadir un territorio del tamaño de Ucrania serían necesarios un millón y medio de efectivos. Por lo tanto, con alguna excepción, los ataques se concentran en algunas ciudades fronterizas y la propia Kiev, que está a solo 60 kilómetros de la frontera con Bielorrusia.

Al comprobar que no encontraba obstáculos en el camino hacia Kiev, Moscú ha incurrido en otro error de cálculo: pensar que la ciudad caería de inmediato y que podía convertir al gobierno del presidente Zelenski en objetivo militar directo. Pero la toma de Kiev y su distrito gubernamental, lo cual se esperaba que sucediera en la noche del sábado 26 de febrero, no ha sucedido porque la movilización de fuerzas armadas y milicianas ha conseguido la autodefensa de la ciudad. Puede ser que Kiev caiga en los próximos días, pero cada jornada que pasa es un paso más hacia el desencadenamiento de una guerra de guerrillas en el resto del país, algo que Rusia quiere evitar.

Un escenario enfangado en una guerra irregular que se extienda en el tiempo es lo que busca evitar Moscú. Entre otras razones porque, si bien Putin tiene hoy el apoyo mayoritario de los actores políticos y la población rusa, esa situación puede cambiar rápidamente. Mantener una guerra abierta por mucho tiempo y sin el más mínimo respaldo político fuera de fronteras, sumado a unas sanciones económicas occidentales, puede recordar a la población rusa el fantasma del fracaso de la guerra en Afganistán.

Putin puede equivocarse también acerca de las consecuencias que tiene este órdago militar en la política doméstica de su país. Por eso acaba de entreabrir la puerta a una posible negociación para un alto el fuego con las autoridades de Kiev. Y si en principio ha incitado a los mandos militares ucranios a hacerse con el poder, para negociar con ellos, eso parece desdibujarse, entre otras razones porque depende mucho de la velocidad con que consiga capturar al presidente Zelenski y su gobierno.

Puede que el conflicto armado en Ucrania, lejos de estar concluyendo, apenas esté comenzando. Esto es algo que en todo caso sufrirá Ucrania, que es, en última instancia, la verdadera víctima de esta guerra y del indeseable círculo vicioso que la precedió.”

*Sociólogo. Miembro de Latinoamerica21 (@Latinoamerica21)