Esto es lo que nos cuenta el presidente de Finlandia.

Vemos que los países que sienten que pueden ser la próxima Ucrania son más proclives a buscar un calentamiento de la guerra en Ucrania, que los que sienten que las bombas nunca llegarán a sus suelos.

Así somos los humanos: “las campanas” no doblan por todos de igual modo.

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