La mayoría de la gente no siente el pasado, siente el presente: la gente no siente los números, las estadísticas, el Ahora Estamos Mejor que Nunca Antes, la gente hace tabla rasa de toda la justicia con una vara que se inventa para lograr todo LO QUE NO TIENE, LO QUE DESEA, y es ahí donde entra en la ecuación los fabricantes de sueños y señuelos, los futurólogos que se la pasan prometiendo un pasado que nunca existió, un futuro con profundos cimientos en ese pasado, y soluciones mágicas, geniales, desesperadamente erradas. ¿Cómo iban a ser otra cosa viniendo esas utopías de donde vienen?