Ayer podría haber muerto, como podría hace 4 décadas.

Comenzando los 80s vi una piscina que creía le quedaba poca agua y podría dar pie en la parte del trampolín. Baje por la escalera de los niños y me atrapo la brusca pendiente que lleva a lo mas hondo. El piso baboso me halaba a la muerte pero paso un joven que me sacó.

Anoche luego de recorrer gran parte de Ontario, Canada, me subí al avión destino Miami sin probar bocado en todo el día. Vuelo de 3 horas. A la hora del despegue me pegó un bajón de azúcar terrible, nauseas, calambres en los brazos, me rescataron del desmayo hipoglicémico unos sorbos de coca cola. Azuca! Gritaba la gran Celia Cruz.

…Así que parece que tendremos blog para rato, si la tercera no llegara pronto y ¡que no sea “la vencida”!

La Vida, la frágil Vida.