Hay gente que se queda en libros de texto, en programas constantes de repetición sin cansancio de conceptos atrasados sobre el funcionamiento de la economía y la sociedad, y campanean su retraso mas alto mientras mas profundo es este retardo hundiéndose y hundiendo todo cuanto depende de ellos en un lamentable bolsón de pobreza mental. Abundan en todas las profesiones, son los que creen que más saben, los que paran de estudiar, y van brindando cátedra a cuanto oido receptivo y alma inocente encuentran a su paso y que se deje apapachar en ese abrazo confortable de mediocridad.

…vamos que a veces no es Dios quien te está “poniendo pruebas y batallas”, sino que eres tú mismo por pendejo.