entre esos dos, entre semilla y fruto, hay un periodo que muchos suelen minimizar. Se llama crecimiento.

proverbio chino:

“El mejor momento para plantar un árbol fue hace 10 años. El segundo mejor momento es ahora”

Al ver una planta de 30 metros de alto repleta de aguacates, a nadie se le ocurre afirmar “que suerte ha tenido esa planta” “es una suertuda como ha crecido y parido en apenas una semana”

Sin embargo, a menudo, nos obsesionamos tanto con soluciones rápidas o una píldora milagrosa o un evento que cambia la vida con la esperanza de que tenga un impacto positivo en nuestras vidas. Si alguien logra ganar mucho dinero y se vuelve exitoso y conocido en la vida, esa es la única vez que la gente comenzará a prestarle atención.

Lo que muchas veces se resume en unas pocas palabras o no se habla mucho en gran detalle es el hecho de que esa persona tardó diez años o incluso más en llegar al puesto en el que se encuentra. Se necesitó mucho compromiso, determinación, planificación e implementar el plan para que él llegue a la posición exitosa en la que se encuentra. A veces, las personas no logran ver el panorama general detrás del éxito: