Son prevenidos y de mala fe. Sienten placer al creerse víctimas. Como se sienten víctimas, no ven necesario sentirse culpables, hacen del sufrimiento su forma de vida y es así como consiguen manipular a las personas que le rodean para lograr sus objetivos, y perpetuarse como ‘victimas’

—Por esta razón, suelen reconocer fácilmente a las personas más empáticas que es uno de sus focos de atención, utilizando esa empatía en beneficio propio para obtener aquello que desean. Foco uno: a quienes puedo manejar.

—El otro foco es todo lo negativo que les rodea, quedando atrapados en ese círculo sin poder ver una solución, a veces sencilla, porque la necesidad de perpetuar sus dos focos le produce esta tremenda ceguera selectiva. Foco dos: que problema ‘no tiene solución’

Tomar cualquier argumento que amenace este modo de vida como una gran agresión.

El sujeto victimista es incapaz de extraer una crítica constructiva de lo que le rodea, tendiendo a considerar como enemigo a cualquiera que se atreva a hacerle alguna corrección que le aparte de sus dos focos. A lo sumo será capaz de aceptarla a medias y por tiempo limitado cuando provenga de alguien que le resulte afín. De esta forma, el victimista se auto-contempla con indulgencia, eludiendo su verdadera responsabilidad, sintiendo que su posición de víctima justifica todos sus actos. Para las personas que caen en esta actitud, todo lo que les hacen a ellos es intolerable, mientras que sus propios errores o defectos son sólo simples futilezas sin importancia que en mejor de los casos sería una falta de tacto o de ‘respeto’ señalar.

Cómo se ve a si mismo.

El victimismo crónico, es incapaz de hacerse una autocrítica, ellos están convencidos que no tiene la culpa de nada, es parte de la patología de la enfermedad, estas personas se consideran sin ningún mal, no hay nada que reprochar de su comportamiento, no sienten la necesidad de hacerse un examen de conciencia, ellos no tienen errores, ellos siempre serán los víctimas. Si los pones en evidencia y se quedan sin argumentos su respuesta será manipular la realidad hasta el punto que en ocasiones se les escapa una risa delatora de este mecanismo con el que desean sembrar confusión, desviar la atención hacia errores de otros y los errores de ellos son inocentes, intranscendentes si no les es ya posible achacarlos a algo o alguien más.

Obstáculos para este estilo de vida.

Una vez que el vicstima 🙂 de tanto que presiona o por error de cálculo encuentra que un problema ha desaparecido, pues el ‘control de daños’ dejado por el problema anterior se convertirá en la nueva letanía que ocupará gran parte de su tiempo, mientras que el tiempo restante su mente estará trabajando a su mayor intensidad para detectar otro gran problema sin solución que amenaza o ya está aquí y cuales los verdugos indolentes causantes de lo que pareciera una terrible tormenta infinita.

PD: Atención que hay muchos por ahí con gran ojo para detectar y grabar a los victimistas y manipularlos a su antojo.