A los 24 sale de México 🇲🇽 :

El derrocamiento del Gobierno de José María Iglesias por el dictador General Porfirio Díaz obligó a Martí a abandonar México para viajar clandestinamente a La Habana bajo el nombre de Julián Pérez –su segundo nombre y su segundo apellido– en enero de 1877.

A los 25 sale de Guatemala 🇬🇹:

Desde inicios de 1878, las cosas comienzan a cambiar para Martí y el medio año que transcurre está lleno de contratiempos. Ya sin empleo, pues renuncia en la Escuela Normal en solidaridad con Izaguirre, quien había sido despedido por el propio presidente Barrios, y decepcionado de su gobierno -convertido en tirano-, comienza a padecer estrecheces económicas y aparecen enemistades en círculos oficiales.

Además, las presiones de su esposa Carmen Zayas Bazán y de su propia familia, le hacen emprender viaje a Cuba, vía Honduras, en los últimos días de julio o principios de agosto de 1878.

En ese pais, Guatemala, prevalecía la dictadura positivista y progresista de Justo Rufino Barrios. La actividad intelectual de Martí en Guatemala fue intensa y benéfica para el país, pero su ideología liberal, su honradez acrisolada, su independencia, su amor a la justicia y su inmensa superioridad, despertaron celos, envidias y sospechas que le compelieron a dejar la república centroamericana en 1878. “Con un poco de luz en la frente no se puede vivir donde mandan tiranos”, dirá en carta a su amigo Manuel Mercado.

A los 28 sale de 🇻🇪 :

En julio de 1881, tras la desaparición del pensador venezolano Cecilio Acosta, Martí redactó un testimonio a su memoria: “Estudiar sus virtudes e imitarlas es el único homenaje grato a las grandes naturalezas y digno de ellas”. No obstante, ése era odiado por el dictador de Venezuela Guzmán Blanco y el patriota cubano fue declarado persona non grata y se vio obligado, un mes después, a regresar a Nueva York.

***

En menos de 5 años tuvo que abandonar Martí los dominios nacionales de 3 dictadores latinoamericanos, y: ¿dónde recala El Aportol desde agosto de 1881 hasta abril de 1995? por más de 14 años seguidos y de ese lugar no tuvo que salir huyendo a ninguna parte:

Qué raro… ¿no?

.

.