El ya desaparecido dramaturgo español Antonio Buero Vallejo estrenó en 1950 ‘En la ardiente oscuridad’, una obra que transcurre en una institución para ciegos donde irrumpe un personaje que pretende convencer a los invidentes de que pueden revertir su ceguera.


En realidad, en aquel entonces Buero Vallejo burlaba la censura bajo la dictadura franquista empleando la alegoría de la ceguera como una cárcel de la que el hombre debe escapar para conquistar su libertad.

“Ser Cultos para ser libres”

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