En Democracia la ciudadanía logra que varios partidos políticos de modo efectivo respeten las leyes que esa sociedad se ha dado (las hacen cumplir). Se respetan además los mecanismos que permiten ir modificando esas leyes sin que ningún partido ejerza una influencia monopolizadora hasta el punto de perder los controles necesarios de los partidos políticos que se le oponen. Cuando esos controles opuestos fallan puede irse degradando hacia una sociedad fascista que en el peor de los casos termine en un regimen totalitario en el que todo es comandado por un solo partido. Como una serpiente que muerde la manzana de sabiduría que alberga esa cola, se han visto muchos saltos de esa cola (totalitaria) a una cabeza (democrática) pero también hay las serpientes que nunca logran morderse la cola (no aciertan nunca la manzana) y se la pasan dándose coletazos: son serpientes fallidas.

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Está raro el calificativo. Si la cabeza representa la democracia y la cola el totalitarismo, el no conseguir morderlo, más que fallida, para mí es una democracia protegida de sus inclinaciones malsanas por controles. Todos los gobiernos tienen una tendencia natural a la dictadura, el poder tiende a querer más poder. Y la dictadura de las mayorías no es menos dictadura.
Por eso los padres fundadores quisieron llamar al sistema que diseñaron república y no democracia, y se cuidaron de que esa palabra no apareciera en la constitución, para distinguirla de la democracia pura, a la que temían.
También se cuidadon, por cierto, de que la palabra esclavo no apareciera, para evitar santificar una institución que esperaban muriera de muerte natural.
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Me refiero a esas que una vez convertidas en cuerpo o, peor, en cola no logran dar el salto a la cabeza: España y Chile lo logran, Cuba…
Serpiente es sinónimo de Sociedad en esa alegoría
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Ya entendi la alegoría. Gracias por la aclaración.
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