…mientras sucedía lo que aquí narro, y ante el anuncio etiquetado de Laide de que me habían conducido a prisión, se generó un movimiento masivo que reclamó la puesta en libertad de Era. Su punto más alto y digno fue mi admirada y querida hermana

Alina Bárbara Hernández, quien, en la ciudad de Matanzas, se dirigió al Parque de la Libertad a exigir mi inmediata liberación y fue vejada cobardemente por tres agentes del desorden. A ella, y a los miles de personas que se han pronunciado en las redes contra el atropello de que he sido víctima, un abrazo grande.

Les llega con el convencimiento de que ni la prohibición de salida de la Isla, ni la prisión provisional, ni la reclusión domiciliaria, ni la fianza en efectivo, ni la obligación de comparecer, ni la cárcel misma callarán mi grito por esta Cuba de Alina, Hall, Raymar, Laideliz, ellos, ustedes, yo.

Y como todas no pueden ser malas noticias para los primeros tenientes Manuel y Vilarte, el mayor Viera y el oficial del Cuerpo de Bomberos que me tocará en suerte en la cuarta vuelta, les informo que, desde que incursionaron en mi existencia, vivo ojeroso, sufro de palpitaciones y duermo a base de antirrepresivos.

https://m.facebook.com/photo.php?fbid=2444566189028038&id=100004240412302&set=a.108322782652402&source=57&refid=13&tn=+=