En febrero pasado acompañando a mis suegros a su chequeo médico para emigrar, me senté en la entrada principal del hospital aguantando a ratos la respiracion ante el fecalismo al aire libre que se arrincona a la izquierda de esa entrada sin protección. Tomé dos fotos del área. En una de ellas se asoma Che por una ventana:

Una máscara verde cubría la mitad de su rostro.

Fecalismo y basura en entrada principal de un hospital en la Habana
El hedor insoportable de una ‘revolución’