Nadie me había mirado como me miró Shakira aquella noche en la televisión, y nadie volvería a mirarme así, ni siquiera ella, que, veinticinco años después, ya sabe muy bien que yo no valía aquella mirada de fuego, de promesas incendiarias, de veneno y miel, aquellos ojos felinos, luminosos, que quemaban las entrañas y ponían a bailar la imaginación.
Me miró así porque entonces era una niña sabia de apenas veinte años que se había sentado en la televisión conmigo y acaso había descubierto que algo raro e inasible nos unía profundamente. Yo estaba sobrecogido y hechizado como si hubiese descendido de los mismos cielos Remedios la bella y cubierto de flores amarillas aquel estudio desangelado. Sus padres, sabedores de que llevaban un pequeño milagro que acabaría por embrujar al mundo, resignados a acompañarla en esa larga travesía, no parecían sorprendidos de que nos mirásemos con aquella impaciencia o ese ardor por saber qué era aquello que tan profundamente nos unía, si acaso el amor o la amistad o una cifra en clave que aún no conocíamos y tal vez jamás conoceríamos.
Cuando, acabada la entrevista, se retiraba del estudio, caminando deprisa con sus padres, Shakira volvió a mirarme como si solo yo existiera, como si fuese yo una amapola torcida que ella quería oler con curiosidad, y me sugirió con la mirada que la llamase, pues quería asomarse a los extraños laberintos del deseo y, si acaso, perderse en mí, o conmigo.
Pero no la llamé porque estaba casado con Casandra y era desdichado; porque sentía la herida abierta de ser bisexual y no hallé coraje para contarle todo eso a Shakira, como tampoco me atreví a decirle que me había enamorado de ella como nunca me había enamorado de nadie, de ningún chico, de ninguna chica.
Y fue ella, Shakira, valiente como siempre, quien me llamó un día y me dijo tímidamente (porque nadie podía sospechar que esa niña de pelo negro todavía, que habría de subyugar multitudes, era de una timidez casi esquizofrénica) que me invitaba al cine a ver Titanic, en aquellos tiempos en que todavía íbamos al cine. Y yo, cobarde, tratando de evitar mi propio naufragio, que se me hundiera el matrimonio con Casandra y ella se llevase a nuestras hijas a la ciudad del polvo y la niebla, como acabó llevándoselas, le dije a la bella cantante inmortal que no podía ir al cine con ella. Nunca más volvió a llamarme. Nunca más me miró como aquella noche, diciéndome si quieres, si eres un hombre, si no eres un pusilánime asustadizo, ven y atrévete, ven y prueba mis labios y no podrás dejarme.
Si hubiera tenido el mínimo valor de ir al cine con ella, si me hubiese dejado probar sus labios de veneno y miel, si nos hubiésemos extraviado en los laberintos del deseo, tal vez hoy estaríamos juntos, tendríamos hijos y no sé si seríamos felices, porque me temo que yo, la señora de la casa, la loca de la casa, lloraría en silencio después de decirle que, además de sus caricias y sus besos, necesitaba también el amor parejo de un hombre que me quisiera como no quiso o no pudo quererme mi padre el pistolero, que me dijo desde niño que yo había nacido para ser un mariconcito, que era lo que en efecto fui con Shakira y terminé siendo hasta hoy mismo, un mariconcito al que sin embargo le gustaban extraña y poderosamente las mujeres como ella y como Silvia, mi mujer.
Luego Shakira conquistó el mundo y se enamoró de Antonio el noble y, fue inevitable, yo también me enamoré de él, porque era uno de los hombres más buenos, leales y valientes que había conocido y porque cuando nos sentábamos a hablar de madrugada me hacía llorar por lo puta y cabrona que había sido la vida con él y, sin embargo, por la alucinante fortuna que había tenido al hallar en esa pequeña diosa libanesa a la curandera que había restañado sus heridas y lo amaba como no había visto yo que se amasen los amantes, aunque es verdad que casi nunca salía de casa y a todos los amantes que veía los veía en las películas, unos amantes bellos, arrojados, con esa pasión suicida y poética que tenían antes, cuando daban la vida por amor. Por eso los amaba sin reservas y deseaba que Shakira y Antonio el noble fuesen felices para que nos demostrasen a nosotros, los cobardes, los pusilánimes, los asustadizos, que el amor eterno era posible, sólo que no lo conocíamos porque nos faltaba coraje.
Que era lo que no le faltó a Antonio el noble, coraje, cuando vio en mis sueños anoche que estaba ahogándome en una playa uruguaya a la que ellos me habían invitado, como a veces me invitaban para reírse de las extravagancias bobas que yo decía. Antonio el noble me vio ahogándome, Shakira a su lado, y no dudó en meterse al mar para salvarme. Shakira se quedó asustada, perturbada, porque las olas me envolvían, devoraban y lanzaban cruelmente contra el fondo arenoso junta cadáveres y tal vez pensó que esa tarde aciaga, contrariada, perdería al que era entonces el gran amor de su vida, Antonio el noble, lanzado temerariamente a rescatar a un pusilánime asustadizo como yo, que no merecía tamaños riesgos por su parte.
Y ahora en mis sueños (azuzados por las pastillas que tragaba cada noche, queriendo ahogarme en otros mares procelosos, lejos de las olas de La Paloma y La Pedrera) surgía Antonio el noble nadando a mi lado, braceando, resoplando, dándome ánimos, alejándome de las olas traicioneras que me arrastraban, y me tomaba del brazo y me decía tranquilo, man, ya estás conmigo, ya estamos afuera, tranquilo, man, porque Antonio el noble me decía man cuando tomábamos vino y era mi hermano. Y ahora Antonio el noble conseguía dejarme en un lugar seguro, de pie en el mar, a salvo de morir, y enseguida una corriente pérfida como el alma del innoble futbolista catalán que te seducía y luego traicionaba se lo llevaba allí donde las olas le caían encima con saña y ferocidad y Antonio el noble se ahogaba, se hundía, no encontraba fuerzas para volver donde mí y se dejaba abatir por aquella maldita emboscada del destino.
Entonces pasaron dos cosas memorables que, recién despertado del sueño, yo recordaba con vergüenza y admiración, antes de que amaneciera del todo. Vergüenza, porque no fui capaz de atreverme a salvar a Antonio el noble como lo hizo él por mí: me quedé parado, tieso, inmóvil, avergonzado de mí mismo, mirando cómo habría de morir ahogado mi amigo, mi hermano, mi man. Y me sentí un pedazo de mierda, un cobarde, un sujeto despreciable, el mariconcito al que mi padre insultaba y pegaba con la hebilla de su correa. Y enseguida sentí una poderosa corriente de admiración, porque de pronto vi a una mujer pequeña, luminosa, resuelta, extranjera al miedo, entrando sin vacilaciones al mar, surcando las olas como un delfín o una loba marina, segura de que enfrentaba apenas un peligro menor que ella sabría conjurar con el aplomo que los dioses le habían dado para hacer siempre el bien y jugarse la vida por las causas más nobles, como la de salvar la vida de ese hombre que era entonces su hombre, todo suyo. Y fue así como Shakira se metió hasta donde reventaban esas olas enormes, criminales, y recogió los escombros de Antonio el noble y le dijo o le cantó cosas dulces al oído y fue más fuerte que todas las olas chúcaras y lo sacó hasta la arena y lo revivió besándolo y sacándole el agua que Antonio el noble había tragado, tragando ella, Shakira, esa agua mórbida y salina como si fuese un pacto de amor eterno, incorruptible.
Yo los miraba humillado y con ganas de pedirles perdón por ser tan poca cosa, un bicho humano miserable al lado de ellos.
Y entonces en mis sueños ocurrió algo inesperado. Y es que Antonio el noble recobró la lucidez y Shakira se puso de pie y vino hacia mí y pensé que me daría una bofetada por cobarde o me cantaría, como al innoble futbolista catalán, una loba como yo no está para tipos como tú. Pero no: me dio un beso impensado y me dejó en los labios el sabor salado de sus labios y los del noble y me dijo: Antonio y yo no dejaremos que mueras ahogado. Y yo le dije: Pero tú nunca me amarás como la noche que nos conocimos en la televisión. Y ella me dijo: Ahora te amo más, porque sé que eres lo que eres y me gusta que seas un hombre y una mujer y porque quizá algún día tendré un hijo que será gay o bisexual y no por eso lo querré menos, sino mucho más. Y miré a Antonio el noble, aterrado yo, y él sonreía como si la idea le pareciera linda. Y yo quise besarlos a los dos, decirles que era suyo, todo suyo hasta el final de los tiempos, pero entonces desperté sólo para recordar que la última vez que abrí los ojos tan repentinamente estaba ella, Shakira, la diosa invicta, la bella mariposa inmortal, acariciando mi rostro ajado en un sillón del hotel Mandarin, que acaso fue otra manera de salvarme de morir ahogado, intoxicado por las pastillas que me devolvían al mar proceloso del que ya no sabía si podría salir alguna vez.
[Bayly hoy en su blog]
Orlando, del carajo esa gente que se la pasa hablando de lo mismo, cierto?,
cuanta majomia! matraquilla! muela! dalequedale! dalequetepego! vuelvelachivaaltrigo…
Me gustaMe gusta
¿Qué tienen de desagradables los bisexuales? ¿Y qué tiene de particular que hablen de ello?
Preguntale a Dios porque destruyo a Sodoma.
Y es que ese tipo se la pasa repitiendo lo mismo.
Aburre
Yo no lo leo. Me cae mal todo lo que escribe. Empiezo la lectura y lo dejo a medias.
Me gustaMe gusta
…HABLANDO DE LA BIBLIA, putas y el IRS
“Les aseguro que los recaudadores de impuestos y las prostitutas van delante de ustedes hacia el reino de Dios. Porque Juan fue enviado a ustedes a señalarles el camino de la justicia, y no le creyeron, pero los recaudadores de impuestos y las prostitutas sí le creyeron. E incluso después de ver esto, ustedes no se arrepintieron para creerle»(Mateo 21:31-32).
¡Como todo el mundo, las prostitutas tienen la oportunidad de recibir la salvación y la vida eterna de Dios, de ser limpiadas de toda su maldad y de recibir una nueva vida! Todo lo que tienen que hacer es arrepentirse de su estilo de vida pecaminoso y acercarse al Dios viviente, cuya gracia y misericordia son infinitas.
Me gustaMe gusta
Incluso hay una prostituta en la Biblia que es una heroina. Se trata de Rehab, que ocultó a los espías enviados por Josué y contribuyó a la toma de Jericó.
Me gustaMe gusta
POR QUE habla en este pasaje de los recaudadores de impuestos, acaso no hay que darle al Cesar lo que es del Cesar…?
Me gustaMe gusta
Porque son dos pasajes distintos. El de darle al César lo que es del César fue la respuesta a una pregunta que le hicieron para tratar de hacerlo caer en una trampa doctrinal. Le preguntaron si era lícito pagar impuestos y el pidió que le mostraran una moneda. Señáló la cara en la moneda y preguntó quién era ése. Cuando le dijeron que el César dijo. Pues dadle al césar lo que es del césar.
Los recaudadores de impuestos, las prostitutas y los samaritanos eran despreciados, por eso los defendía con frecuencia.
Incluso uno de sus discípulos, Mateo (y, para colmo, uno de los 4 evangelistas) había sido recaudador de impuestos.
El evangelio de Mateo es el que más estaba dirigido a los judíos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
a las entradas a ciertas ciudades les decian Ojo de Aguja y por ellas no cabian los camellos?
hace poco escuche eso de un presentador de TV
QUE LA TRADUCCION CORRECTA AL PASAJE ES primero entra un camello por el Ojo de Aguja (esas puertas) que un rico…
PUES EL HECHO DE SER RICO CONLLEVA MUCHOS IMPEDIMENTOS PARA SEGUIR LOS MANDAMIENTOS DE DIOS, MUCHAS TENTACIONES: AVARICIA, ETC, PERO QUE NO ES QUE UN RICO NO PUEDA ENTRAR al reino…
Ser rico no es un pecado en si mismo.
Me gustaMe gusta
Otros dicen que camello fue una traducción incorrecta de ¨cable¨ (o mas bien soga gorda, pues no habia cables)
Efectivamente, ser rico no es pecado. Lo es amar al dinero por encima de todo, algo que ocurre con frecuencia con los ricos.
Me gustaMe gusta
Recordaba que era un tema debatido, Busqué y encontré esto.
https://enhonorasuverdad.com/el-camello-en-el-ojo-de-la-aguja/
Me gustaLe gusta a 1 persona
el tema de LA LUJURIA tambien es complejo, habla de los mujeriegos la Biblia, de los que se acuestan con prostitutas?
Me gustaMe gusta
Al igual que lo del homosexualismo, es un tema mencionado pocas veces. Hay una escala de importancia para los pecados y los relacionados con el sexo ocupan un lugar bajo. El adulterio es lo mencionado en los mandamientos pues se trata de una forma de engaño que perjudica la familia. Un promiscuo soltero no es adúltero. Tampoco lo es la que ejerce la profesión más antigua. La prueba es que había recaudadores de impuestos y prostitutas entre los seguidores de Jesús, pero no envidiosos. La envidia si está bien alta en el escalafón.
Aunque el único pecado que se considera imperdonable es usar el nombre de Dios para hacer el mal. Muchos que se autodenominaban cristianos lo cometieron a lo largo de la historia.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me alegra que lo menciones porque una de los grandes errores es la suposición de que Sodoma fue destruída a causa del homosexualismo. Jamás se dice tal cosa. Se habla de las múltiples iniquidades que cometía la ciudad sin enumerarlas. La suposición de basa en que todos los habitantes se presentaron ante la puerta de Lot para que le entregara los ángeles que habían venido a avisarle que se fuera echando, pues querían tener relaciones con ellos. Pero en ese caso se trata de violación.
Igualmente se le solía llamar onanismo a la masturbación. Onán no se masturbaba. Era coitus interruptus. Derramaba el semen fuera de su esposa, viuda de su hermano, para no tener hijos con ella.
El homosexualismo se menciona muy pocas veces en la Biblia y en todas ellas se puede interpretar que mas bien lo que se condena es la relación con menores. No está en los 10 mandamientos, que lo que condenan es el adulterio.
Me gustaMe gusta
No envidio el vuelo ni el nido al turpial
Soy como el viento en la miez
Siento el caribe como a una mujer
Soy así, ¿qué voy a hacer?
Soy desierto, selva, nieve y volcán
Y al andar dejo una estela
Del rumor del llano en una canción
Que me desvela
https://www.google.com/search?q=la+mujer+que+quiero+tiene+que+ser+corazon+fuego+y+espuela&sxsrf=AJOqlzUgksgViGxQXTV5FjCae7NoWYJKlA%3A1674484069750&source=hp&ei=ZZnOY-bAK8HZwbkP7YOwmAI&iflsig=AK50M_UAAAAAY86nddIL6TgA_dVm0J6NUiIJhdVWzdJF&gs_ssp=eJzj4tVP1zc0TItPSTa3qEg2YPSyzElUyC3NSi1SKCxNBeLM1KJ8hZLM1LxUsEAxUCI5vyixKj9PIa00NT1foVIhtbigNDUnEQCgkxn9&oq=la+mujer+que+quiero+tiene+que+ser+corazon+fuego&gs_lcp=Cgdnd3Mtd2l6EAEYADIFCC4QgAQ6BAgjECc6CwguEIAEEMcBENEDOgUIABCABDoICC4QgAQQ1AI6CAguENQCEIAEOgsILhCABBDHARCvAToOCC4QrwEQxwEQgAQQywE6CAguEIAEEMsBOggIABCABBDLAToLCC4QgAQQ1AIQywE6BwgAEIAEEAo6BggAEBYQHjoICAAQFhAeEA9QAFi0SWDrV2gAcAB4AYAB5QGIAe8dkgEGNDEuNS4xmAEAoAEB&sclient=gws-wiz#wptab=si:AEcPFx5TRTnca31vONqoNYlzoLKYWW9Io4JA99ZVqyY-gPmyoKoGglv3oCRyAbjkNyXtU8ToXfaxFS_v3qiqhK7Av_6PAVrtS1bIH0Zrc_zNKXwAkGlzKMd2ZO9cJN_0vnaFTrQW5-0DKbhvTdRLXndhO7p8doSs23t6TV_bOmdFiLjGB0sc0GQ%3D
Me gustaLe gusta a 1 persona
Mi «pequeñito» dice que viene
Eric: Si voy
Yo
Me hace muy feliz que vengas. Trata de traerme un par de camisas y unos tennis. ¿Cuando vienes?
Me gustaMe gusta
En mi caso, por suerte, gracias a Dios o porque tengo buena salud, mis fallas en la cama son rarisimas. Ya he contado para hacer reir la vez que se me volvio un moco con una prepago colombiana que queria meterme un dildo. Ja ja ja ja.
Lo desagradable hay que sacarlo de la mente.
No voy a estar con lo mismo a cada rato.
Se me bajo el rabo en medio del acto, no levante cabeza y la colombiana me propuso meterme un dildo. Ja ja ja. ¡Que comico!
Se me bajo el rabo en medio del acto, no levante cabeza y la colombiana me propuso meterme un dildo. Ja ja ja. ¡Que comico!
Me gustaMe gusta
Que a un tio le gusten al mismo tiempo mujeres, como Dios manda y machos, es un asunto desagradable.
No se que gracia le ve este tipo para decirlo constantemente.
Lo mismo ese otro que en la revista el Estornudo narra que durante el sexo anal siente placer y dolor y lo mas hediondo, que le sacan la mierda. Ja ja ja ja.
Llamame, anda y esperame que voy hasta Quito a limparte el culo
Un ejemplo semejante. Un amigo me conto que una mujer que tuvo, le monto cachos.
Ya. Caso cerrado. La historia muere ahi. Yo soy incapaz de recordarselo o de pedirle que me narre los detalles.
A mi cuencanita, la ingresaron por adicta no se si al alcohol o a las drogas. Le pido a Dios que logre superar su adiccion. Si me entero que volvio a recaer, pobrecita, me daria pena, le tome aprecio a la chica, pero no voy a estar contandolo.
Me gustaMe gusta
Orlando, los seres humanos son muy variados. ¿Qué tienen de desagradables los bisexuales? ¿Y qué tiene de particular que hablen de ello, cosa que tú también haces? Son adultos consenting. Ahí no hay violación, abuso de autoridad ni abuso de menores. Y si alguien escribe algo que no es del interés de uno, con no leerlo es suficiente.
No hay problema con los transexuales mientras no se metan en los baños de las mujeres, les roben sus medallas en eventos deportivos o intenten engatusar a los niños para que los imiten. No hay problemas con las drag queen mientras no es de por ir a las escuelas a leerles cuentos de contenido sexual a los niños ni ejecutar ante ellos danzas eróticas. Y el problema con la redefinición del matrimonio es que pone a las parejas gay en igualdad de condiciones para adoptar y, para el interés del niño, que es de lo que se trata el matrimonio, es preferible tener un padre y una madre.
Si los clasificas de ¨desagradables¨ implícitamente le estarías dando a aquellos que les parezca peculiar tu excesiva sexualidad o quizás tu compulsión por hablar de ella (que no es algo usual) motivo para calificarla de la misma forma. Ya has dejado claro que solamente lo haces con mayores de edad y que el acto es consensual, que sería lo problemático.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Copio
«No la llamé porque estaba casado con Casandra y era desdichado; porque sentía la herida abierta de ser bisexual.»
Hasta ahi lo soporte. Pedante.
Este tio, ademas de bisexual es comemierda. ¿Cree que es simpatico, atractivo o interesante andar contando al mundo constantemente que le gustan las mujeres y los machos?
Papi. Ese es tu maletin. Nadie mas tiene que cargarlo.
Me gustaMe gusta